Este mes vamos a recordar todo lo que hemos aprendido en estas últimas décadas sobre el tumor más frecuente en la vida de la mujer: el de mama. Una de cada 8 mujeres puede sufrir a lo largo de la vida un tumor en esa localización.
En este tumor la palabra Prevención lleva la delantera, ya que:
Tiene en la Prevención Primaria cada vez más conocimientos sobre la genética y su predisposición, así como la incidencia del sobrepeso o los manejos hormonales de suplementación.
Posee en la Prevención Secundaria estudios útiles en la detección, como los programas de rastrillaje o el diagnóstico precoz a través de la mamografía o la Resonancia Nuclear Magnética.
Cuenta en la Prevención terciaria con las posibilidades de elegir las mejores terapias en todas las áreas: quirúrgicas, radiantes y de tratamientos sistémicos con igual efectividad pero con las toxicidades menores.
Tiene en la Prevención Cuaternaria todas las posibilidades de reconstrucción, y / o rehabilitación posterior a los tratamientos.
La detección temprana del cáncer de mama aumenta las posibilidades de curarlo.
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